La expedición sevillista llegó a Vigo con el miedo en el cuerpo, ya que el trayecto final estuvo protagonizado por el fuerte viento que estuvo a punto de obligar al piloto a desviar el avión hasta el aeropuerto de Oporto. Finalmente, pudo tomar tierra en Peinador y los jugadores sevillisitas tuvieron tiempo para descansar en el hotel de concentración antes de dirigirse a Balaídos.
Junto a la expedición viajaban unos 300 aficionados. Algunos iban acompañando a los jugadores en el propio avión y el resto lo hacía en otro vuelo que también partió esta mañana desde el aeropuerto de la capital andaluza.
El Sevilla afronta su segundo partido seguido en Balaídos -y tercero consecutivo ante el Celta- con la intención de sellar su pase a la final de la Copa del Rey, que tiene prácticamente en el bolsillo. Aun así, su técnico, Unai Emery, ya avisó el miércoles de que sus hombres no deben confiarse, ya que ve al Celta capaz de lograr la remontada.
Lo mismo aseguró el director deportivo del Sevilla, Ramón Rodríguez ‘Monchi’, que declaró este jueves en Radio Marca que «nos tenemos que olvidar del partido de Sevilla. No podemos darles opciones de que crean en la remontada».