En este sentido, Muñoz Fonteriz ha puesto encima de la mesa una propuesta en la que el Celta asumiría desde ahora el 100% del coste de la obra de Balaídos, pasando a tener el control de la reforma hasta su finalización, a cambio de una concesión administrativa por dicha contraprestación.
La portavoz popular, que ha calificado la propuesta como “de sentido común”, señala que así dejaría de gastarse, “sin ton ni son”, dinero público de todos los vigueses en una obra que el club ha advertido que no sirve. “Entendemos que es la forma de garantizar que el Celta se pueda quedar en Vigo y en Balaídos”, ha proseguido, lamentando haber tenido que llegar a esta situación por culpa de la “inacción y falta de palabra” del alcalde, que está “dándole vueltas a qué hacer porque no lo sabe, por eso aún no ha contestado”.
“Tenemos la obligación, ante el silencio del alcalde, de poner una propuesta encima de la mesa. Las competiciones deportivas son muy importantes, pero hay una gran preocupación que los vigueses nos trasmiten todos los días”, prosigue Muñoz, recordando que si existe la posibilidad de que el Celta abandone Vigo es por culpa de Caballero, que no ha cumplido ni uno solo de sus compromisos con el club y sigue “empeñado en impulsar una reforma que el inquilino del estadio ha dejado muy claro que no sirve”.
“Esperamos que el alcalde no dilate más una respuesta y conteste con rapidez, buscando la vía necesaria para que el Celta siga en Vigo”, ha continuado la portavoz popular, quien ha invitado al regidor a asumir una propuesta que permitiría “liberar dinero público de una reforma que no tiene ni pies ni cabeza”.
«No son las obras que el Celta necesita»
E concejal popular Miguel Fidalgo señaló que las obras que se están acometiendo en Balaídos “no son las que el Celta necesita”: “Son una chapuza; un bonito envoltorio”.
Fidalgo Iglesias ha recordado que “ahora llueve” en la recién reformada grada de Tribuna, en la que no se previó en su día ni el proyecto de iluminación pese a una inversión de 6 millones; que ni siquiera existe previsión de aparcamiento en un estadio que el concejal de Fomento calificó como “hito de la arquitectura mundial”; que los ascensores sólo llegan hasta la mitad de la grada; que la sala de prensa no servía el día del Manchester United; que los vestuarios se inundan si llueve porque no se han acometido obras en los canales de desagüe; o que el inicio de las obras de Río acumulan dos años de retraso.
Una situación que, como ha explicado, refleja el estado actual de las relaciones entre el Gobierno local y el Celta, que ni siquiera puede participar en las reuniones de seguimiento del proyecto.
“La relación es inexistente. Hemos llegado al punto de que existen amenazas de corte de luz en el Estadio desde hace un año porque el ayuntamiento no está pagando las facturas”, continúa Fidalgo, quien ha pedido al alcalde que “reflexione, rectifica y se ponga a trabajar”.