Así lo ha anunciado este martes el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, que cifró en 300 las “bolas defectuosas” pero elevó al doble el número de esferas que se reemplazarán con el fin de certificar absolutamente que la instalación de la estructura es segura.
Esas nuevas piezas serán “revisadas una a una” y, además, las 400 que no se cambiarán porque no presentan defectos serán sometidas a “controles adicionales” por parte de una empresa especializada, de nuevo como medida extra de prevención.
Según Caballero, este paso es fundamental para poder concretar “la fecha exacta de cubrición”. El regidor espera poder hacerla pública la próxima semana, una vez que tenga los resultados de los análisis de la compañía que revisará las bolas, tanto las nuevas como las ya instaladas.
Ello no ha evitado que el alcalde asegurara este martes que las obras en la grada de Río estarán concluidas en febrero. A pesar de que el último de los múltiples plazos que ha dado Caballero desde que se proyectó la reforma de esta zona del estadio fijaba el fin de la actuación en diciembre de 2017, el primer edil olívico mantuvo que “vamos a acabar en plazo”. “Recuerden que el plazo era aproximadamente mediados de febrero”, declaró.