Hay que remontarse a mediados enero de 2016, al término de la jornada 20 de la temporada 2015-16, para ver la última la clasificación en la que el equipo vigués no tenía esa faceta en número rojos. Fue después de ganarle 4-3 al Levante. A partir de ahí, la mantuvo siempre en negativo. En el siguiente partido perdió 3-0 en Vallecas y hasta la actual jornada de Liga no consiguió darle la vuelta a la situación.
De hecho, aquella campaña el conjunto entrenado por Eduardo Berizzo, que logró clasificarse para la Europa League, llamaba la atención por estar entre los mejores en la tabla pero ser el único con el golaveraje en contra, con un saldo propio de equipos de la parte baja de la tabla.
Además, el comienzo del curso 2016-17 fue complicado, con tres derrotas en los tres primeros partidos. Un lastre que arrastró hasta el final. Sólo se remontó un poco el vuelo en las jornadas 23, 24 y 25, cuando se llegó a alcanzar un saldo cero, con los mismos tantos marcados y encajados. Sin embargo, nunca se estuvo en positivo.
Tras la derrota inicial contra la Real Sociedad en el primer partido oficial de la era Unzué, el Celta mantuvo esa dinámica. Ha habido que esperar a la sexta jornada de Liga para que una goleada en Ipurua permita revertir el dato y 61 jornadas después el conjunto olívico pueda ver la clasificación de otro modo.
Ahora mismo luce diez goles a favor y ocho en contra. A ello ha ayudado también mantener la portería a cero. Es la segunda vez, en seis partidos, que el equipo vigués lo consigue esta temporada.