En la sexta jornada de Liga al fin cambió la dinámica. Y de qué manera. Cuatro dianas y cuatro realizadores diferentes. Cabral, Sisto, Tucu Hernández y Wass. Todo bien repartido, hasta por posiciones. Un goleador del tridente ofensivo, dos centrocampistas y un defensa.
Seis partidos han hecho falta para que el Celta reparta la responsabilidad de marcar, aunque entre los deberes todavía figura un asunto pendiente: el estreno de Iago Aspas en la presente temporada. El de Moaña ya tardó en hacer su primer tanto la pasada campaña, en la que acabó convirtiéndose en el máximo goleador español.
No obstante, al atacante gallego se le empieza a notar ansioso. Las ganas de agradar –el Mundial de Rusia está en el horizonte de todos los futbolistas- han incrementado su nerviosismo en el césped. En el tramo final del encuentro se le vio enfadado con Pione Sisto, al que le recriminó un par de acciones en las que le podía haber asistido para intentar anotar.
En cualquier caso, el reparto de las tareas a la hora de materializar ocasiones ha quedado repartido. Tras el encuentro de Ipurua ya no recae todo el peso en Maxi Gómez y ni siquiera en la punta de ataque.