Mouriño ha criticado a La Liga, que es la que impone este tipo de obligaciones. “No estamos felices de decirle a una peña que quite su nombre, que no hace daño a nadie”, ha declarado el propietario del club vigués.
Las exigencias de la organización llegan hasta tal punto, detalló el presidente, que en un partido reciente el Celta fue sancionado con 1.000 euros porque un fotógrafo de un medio de comunicación de Vigo “se salió de su sitio para tomar una fotografía más centrada”. “Para que veáis hasta qué grado se está llegando”, añadió.
Mouriño ha destacado que La Liga envía a dos delegados de campo en cada partido que “solamente vienen a esas cosas y levantan acta” de cada incumplimiento. “No podemos incumplir las normas. Desgraciadamente, no tenemos la solución”, lamentó.