«Se ha generado una corriente o un debate frente al arbitraje del pasado partido. Debo ser claro y honesto en lo que voy a decir: creo que el árbitro no se equivocó en las decisiones que tomó. Después de verlas y analizarlas detenidamente, creo que pudo haber penalti en la acción. En el campo pareció penalti y creo que el árbitro acertó en su decisión. Y la expulsión creo que es merecedora de expulsión. En el fútbol cuando la decisión te perjudica tiendes a cerrar más los ojos de lo que deberías. Las dos decisiones importantes del partido estuvieron bien pitadas», admitió Berizzo en sala de prensa.
Recordemos lo que sucedió el pasado domingo. Estrada Fernández señaló un penalti de Cabral a Aduriz por un agarrón dentro del área que supuso el empate del Athletic. Solo unos minutos después, el árbitro le mostró la roja directa al central del Celta tras protagonizar un rifirrafe con el delantero del Athletic. Ambos jugadores chocaron en una acción y cuando Aduriz se encontraba aún en el suelo, Cabral pasó por encima de él rozándole en la cabeza con su bota.
Esta expulsión le ha costado al argentino una sanción de dos partidos, por lo que no podrá jugar este domingo ante el Málaga ni en el último encuentro de la temporada, en el que los celestes se enfrentarán al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón. Berizzo reconoció este sábado que Cabral «se equivocó. Entró en una disputa verbal y física con su rival y pisó el palito de una provocación previa que originó su reacción equivocada y la expulsión merecida«.
El técnico comprende la reacción de Cabral tras las provocaciones de Aduriz y asegura que es complicado impedir que algo así suceda. «Es el futbolista más temperamental de la plantilla. Gustavo es un futbolista que no solo juega de esa manera, vive de esa manera. Es un jugador muy intenso y una persona con mucho carácter. Viene cruzado del penalti y no pudo frenar sus revoluciones, que siguieron por dentro a 8.000. Entró en la provocación de su rival. Es diferente relatar un partido en la charla técnica a 80 pulsaciones cuando luego lo juegas a 200. En frío, los jugadores reconocen antes y después lo que ha sucedido, pero la revolución del partido a veces te lleva a lugares a los que no quisiste ir en frío», finalizó.