A pesar de todo ello, al regidor vigués no le gustó que este miércoles la prensa le preguntara sobre este asunto ni sobre el inicio de la grada de Marcador, cuya licitación fue pospuesta de junio a agosto pero todavía sigue pendiente en septiembre. Caballero rechazó responder acerca de los planes del Concello sobre el inicio de la demolición de la bancada a pesar de disponer ya de la respuesta solicitada a las peñas del Celta.
La Federación, a instancias del propio alcalde, contestó la semana pasada a la propuesta de aplazar el derribo para mayo. Los aficionados se han mostrado rotundos al respecto: quieren que la obra empiece “de inmediato” ante los constantes retrasos registrados. No obstante, para el regidor vigués, que acababa de presentar el alumbrado navideño, “no tocaba fútbol hoy”.
Puede resultar llamativo que Caballero no tuvo problemas para anunciar hace varios días que el Concello accederá a eliminar filas de la grada de Río Bajo -tal y como también le respondieron las peñas- pero sigue sin pronunciarse sobre la enquistada remodelación de Marcador. Tampoco quiso el regidor hablar de Mouriño. Cuestionado sobre el tema, ni siquiera articuló palabra.
Vigo queda en “ridículo”
Cabe recordar que el presidente del Celta volvió a cargar este martes contra el alcalde por la deficiente reforma de Balaídos, que podría llevar al equipo a jugar fuera de Vigo si se clasifica para una competición europea, ya que el estadio municipal no cumple con las exigencias de la UEFA en lo que respecta, por ejemplo, a iluminación. Ya ahora mismo no lo hace con las de La Liga, que son menores. De hecho, esto le ha valido al club dos multas, una por cada partido disputado hasta ahora esta temporada.
Además, el presidente aseguró que Vigo queda en “ridículo” cada vez que hay un encuentro de Liga en la ciudad cuando los visitantes ven la realidad del estadio y la contrastan con las palabras “grandilocuentes” del alcalde.