El pasado 7 de febrero, la Liga anunció que denunciaría a todos los jugadores que «generasen crispación» en sus celebraciones, después de que Gerard Piqué se dirigiese a la grada de Cornellá poniendo el dedo índice en los labios. El barcelonista no recibió sanción, pero el estamento dirigido por Tebas avisó de que los próximos futbolistas en hacer un gesto similar serían denunciados.
En su escrito de este martes, la Liga dice lo siguiente:
«En el minuto 59 del partido, y tras anotar el jugador nº 9 del equipo visitante, Borja Iglesias, el segundo gol del encuentro, el propio jugador en la celebración del gol se dirige hacia la grada situada tras la portería, donde se ubican aficionados locales, sobre colocándose su dedo índice sobre sus labios, en señal de silencio».
En este mismo informe se destaca que el futbolista pidió perdón:
«Tras la finalización del partido, en declaraciones en la zona de prensa, el jugador manifiesta, en relación con la celebración del gol arriba referenciada, que: “si a alguien le ha parecido muy mal, pues le pido perdón”. Indicar, adicionalmente, que el público ha mantenido un adecuado comportamiento durante el transcurso del partido».
La Liga también explica su cambio de postura al respecto:
«El pasado 7 de febrero de 2018, LaLiga emitió nota pública informando que, a partir de entonces, cualquier celebración ofensiva de gol que pudiera generar crispación en el público o que se considerara como contraria al buen orden deportivo, aun cuando no fuera reflejada en el acta arbitral, se trasladaría a este Comité, para la depuración de las responsabilidades disciplinarias oportunas».
Por tanto, el Comité de Competición en su reunión de esta semana tendrá que valorar si Borja Iglesias merece sanción por estos hechos. Sea como fuere, esta polémica no podrá emborronar la gran temporada que está haciendo el santiagués en su debut en Segunda División.