“Cuando llegué aquí me preguntaron cuál era mi objetivo y manifesté que era hacer sentir a la gente orgullosa de su equipo. Hoy podemos decir que la gente se siente orgullosa de su equipo”, confesó el técnico en la rueda de prensa posterior al encuentro.
No quedan ahí los desafíos. El Celta ha conseguido la permanencia con siete jornadas de antelación y se ha clasificado para Europa con cuatro partidos por jugar, “un reto lejano” que ya es real. “Habernos salvado no sé cuántas jornadas antes y habernos metido en Europa cuatro partidos antes encierra un gran mérito que parece natural”, avisó.
Esos logros han llegado, para Berizzo, gracias a una “magnífica temporada” que se ha basado en “una gran calidad de jugadores, humana y futbolística, detrás de una idea, de un sueño, de devolver al Celta al lugar que merece”. Además, destacó la importancia de las formas, de tener un estilo propio. “Lo más importante es destacar lo que el equipo logra, pero también cómo lo consiguió”.
En su balance, el entrenador celeste no se quiso dejar a nadie atrás y repasó todos los estamentos del club y a todos los empleados que pudo, desde la directiva hasta el responsable de los trámites burocráticos. “Somos un verdadero equipo. Que la magnitud de la palabra nos abarque a todos”, resumió.
En esa lista de culpables también se encuentra la afición. “Nos sentimos muy conectados”, aseguró. “He vivido momentos gloriosos, he conocido los amargos, la gente siempre te recuerda los momentos amargos y vivir este momento de felicidad lo hace más profundo por haberlo pasado mal”, recordó.