España no dio ninguna opción a Francia, como ya ocurrió en semifinales ante Rusia. Al descanso ya mandaba por trece puntos (20-33). Al inicio del segundo periodo, las galas apretaron, llegando a colocarse a solo seis puntos (35-41), pero a base de calidad y garra las españolas lograron administrar y aumentar esta ventaja y llevarse el partido con holgura.
Leticia Romero, con 22 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias, volvió a ser la determinante para las españolas y se llevó con justicia el premio a la mejor jugadora del torneo. En esta final estuvo bien secundada por Laura Quevedo (12 puntos y 5 rebotes) y Laia Flores (11 puntos y 3 rebotes). Canella, que durante el campeonato jugó una media de ocho minutos, no saltó a la pista en esta final.