La Escuela Superior de Artes Visuales (ESAV) contará este viernes con el director Oliver Laxe como invitado a sus conferencias. Será a las 19:00 horas en la propia ESAV (calle Condesa Casa Bárcena 11, Vigo), con entrada gratuita previa inscripción o llamada telefónica al 886 13 93 53.
A través de 20 imágenes seleccionadas de su filmografía, Oliver Laxe realizará un viaje alrededor del cine cuyas paradas serán cuestiones fundamentales en su concepción, libre y personal, de la creación cinematográfica. Las cuestiones que se tratarán serán la necesidad de hacer cine, los problemas a los que se enfrenta un cineasta, el poder transformador de las imágenes, por qué (y cómo) enseñar cine, identidad personal y nomadismo, el cine como viaje.
Además se leerán fragmentos del diario de «Mimosas», de Santiago Fullol, coguionista de la película y colaborador de Oliver Laxe. Finalmente, el director contará algunos secretos de la película en que está actualmente trabajando, «Aquilo que Arde», situada en Galicia.
Biografía
Oliver Laxe (1982) es director de cine y guionista. Hijo de padre emigrantes, nace en Paris donde reside hasta que regresa con seis años a A Coruña. Cabeza del llamado Novo Cinema Galego, la autenticidad de su cine le ha otorgado premios notorios en todas sus películas, como el Premio Fipresci en el Festival Internacional de Cannes en 2010 por su película “Todos vos sodes capitáns” o recientemente el Gran Premio de la Semana de la Crítica de Cannes por “Mimosas” en 2016, ambas películas estrenadas en las salas de cine nacionales e internacionales.
Su formación en cine comienza en Barcelona en el Master en Documental de Creación de la Universidad Pompeu Fabra. Su filmografía arranca en Londres en 2006 con “Y las Chimeneas decidieron escapar” y posteriormente se muda a vivir a Tánger donde rueda “Suena la Trompeta, ahora veo otra cara” (2007) o “París #1” (2008). A partir de entonces residirá en París, A Coruña, Barcelona, Londres, Marruecos regresando periódicamente a la casa de sus abuelos en Los Ancares, Lugo, que se convierte en lugar de retiro pero también de encuentro para la creación entre amigos.
El acercamiento de Oliver Laxe al cine es tan humilde como profundo y nos habla de la vida y el mundo desde una perspectiva espiritual. Sus películas, transformadoras para el autor y también para el espectador, nos muestran que el cine es tanto un acto de fe como un hecho creativo lleno de misterio.