El vigués fue uno de los últimos cinco ejecutados por el régimen de Franco en la madrugada del 27 de septiembre de 1975 de un tiro. Su familia lucha todavía para recuperar la honorabilidad de Humberto y, tras tratar de reabrir el caso en varias ocasiones, actualmente está en manos de la jueza argentina María Servini, que investiga desde 2010 la única causa abierta en el mundo por los crímenes del franquismo y a la que el Concello de Nigrán ponen todos los medios que tiene su disposición al tiempo que le solicitará que se le envíe toda la documentación al respeto del caso para guardarla como fondo documental y histórico.
“No podemos devolverle a la vida, pero queremos que se reconozca la injusticia que se cometió y que se le devuelva su honor. No era un asesino, si fuera así yo sentiría vergüenza”, decía emocionada este martes Flor Baena, hermana de Humberto, que fue recibida por el alcalde de Nigrán, Juan González.
Baena fue acusado de matar a un guardia civil sin pruebas y tras obtener una confesión bajo tortura. “Hasta sus últimas horas de vida, Humberto prometió ante mi padre que él no lo había hecho. Hay evidencias claras de que él era inocente, si fuera un asesino sentiría vergüenza”, alega Flor, quien contaba con 22 años cuando fusilaron al hermano, “una persona sensible, amante de la naturaleza y de los animales y preocupado por las causas sociales”.
“Éramos una familia feliz, hacíamos muchas comidas todos juntos en la casa de mi tía en Nigrán y, desde el fusilamiento, no se volvió a hacer ninguna y mis padres no recuperaron nunca la antigua alegría”, señaló Flor, que asistirá la proyección del documental y coloquio posterior. Su otro hermano Fernando y su padre fueron testigos de las últimas horas de Humberto, una llamada telefónica la tarde del día anterior les anunciaba la sentencia, fue todo tan rápido que tuvieron que ir desde Vigo hasta la prisión de Carabanchel en taxi y Humberto, temiendo no tener la oportunidad de despedirse, les escribió una carta. “Es una historia que nunca se supera, pero consideramos importante que no se olvide porque mucha gente tiene sólo un vago recuerdo de ella y, por supuesto, no aparece en los libros”, decía Flor Baena a Juan González.
“Estamos en el gobierno y coincide el 40 aniversario, pero fuera el aniversario que fuera, teníamos el claro compromiso desde este Ayuntamiento para no olvidar la Historia, que en este caso es tan próxima a todos nosotros. Además, sirva el acto también como claro alegato en contra de la pena de muerte en cualquier lugar del mundo”, finalizó González.