En el mediodía de este viernes se produjeron los problemas más serios al desbordarse el río Maceiras en Vilavella. El agua superó el nivel del curso se agua y se extendió por las calles. Varios coches tuvieron que ser empujados y la Policía Local de Redondela cortó el tráfico en la confluencias de las calles José Regojo, Salgueiral, Paseo da Xunqueira y Avenida Ernestina Otero.
De igual modo, el agua entró en numerosos bajos comerciales de la zona de Vilavella provocando importantes pérdidas a los propietarios. Muchos vecinos tuvieron problemas para entrar en sus casas y trabajadores de establecimientos comerciales de la zona tuvieron dificultades para abandonar los locales al final de la jornada laboral. En definitiva, muchos problemas para todos los vecinos de Redondela.
Asi van por #Redondela ahora mismo, la Venecia gallega @MarcosRicon pic.twitter.com/FYKE5Nokz0
— Fernando Lago Amoedo (@nanato_lago) febrero 12, 2016
Otra de las consecuencias del agua fue la caída de muros. En Redondela se produjeron hasta tres derrumbes. Uno en la N-552 de tierra sin excesivas consecuencias. Más grande fue el producido en la N-550 en Cesantes, que tapó el arcén y parte de un carril de la carretera. El tercero se produjo en Reboreda, en la rúa O Carballo. Esta calle permaneció cerrada durante toda la jornada.
Problemas del tráfico
Una de las consecuencias del atasco en el centro de Redondela también fue su influencia en el tráfico. Los cortes dejaron impracticable el tránsito por el centro a la hora de salida de los colegios. Además, se produjeron varios accidentes por alcance en las nacionales 550 y 552. Estos aumentaron los problemas y las retenciones de forma que había un notable colapso en las principales vías de comunicación de la zona. Este rosario de problemas se produjo antes de llegar a la pleamar, prevista para las 18:00 horas. Por lo tanto, la tarde también se pronóstica crítica en Redondela.