Así, al lugar se desplazaron efectivos del GES de la localidad, que a su llegada ya se encontraron las llamas muy desarrolladas pero lograron sofocarlas en poco tiempo. También acudieron los bomberos del Baixo Miño, la Policía Local y la Guardia Civil, que colaboraron en el enfriamiento y el desescombro de la zona.
Por fortuna no hubo que lamentar daños personales, pero sí se generaron importantes pérdidas materiales en las oficinas y en un almacén en el que se guardaban pinturas, herramientas y diversos suministros. También se vio afectado el tejado y una pequeña parte de la estructura.