«La vida ya me la rompieron y el trauma nadie me lo va a quitar, la inocencia y la vida no se paga con dinero», asegura José Eligio Otero a los micrófonos de TVE en Galicia. Un fallo en el etiquetado del ADN fue el origen de una pesadilla que comenzó en 2011 y que ahora será compensada con una indemnización.
Este joven de Bueu, de 32 años, estuvo encarcelado durante 260 días en los centros penitenciarios de A Lama y de Navarra por una violación ocurrida en 2009. Todos sus problemas comenzaron al estar fichado por otra agresión sexual de la que fue absuelto y que acabó con una condena para el novio de la víctima.
A raíz de aquella imputación su ADN se etiquetó erróneamente y provocó su detención. «Estuve a punto de suicidarme», afirma en el informativo territorial de TVE.
Tras retirarse la imputación, su abogado reclamó a la Audiencia Nacional, que acaba de determinar una indemnización de 70.000 euros, a los que hay que sumar otros 31.000 euros que ya le había concedido en noviembre de 2013 el Ministerio de Justicia.
Según informa el periódico «Noticias de Navarra», la sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional considera que existe un daño moral. «Tales daños -la situación de vulnerabilidad que se detalla, su edad entonces (28 años) y la gravedad y repercusión de los hechos, el tipo de delito especialmente infamante por el que fue encausado-, evidencian un daño añadido que no ha sido indemnizado”, señala el fallo.