La alerta había partido de unos vecinos de la pareja, a quienes la mujer se había dirigido a través de un mensaje telefónico para informarles de lo que estaba ocurriendo.
Al llegar los agentes al domicilio la mujer les contó que media hora antes su novio había llegado a casa y había iniciado una discusión durante la cual la había insultado y agredido propinándole un puñetazo en la nariz.
Visiblemente nerviosa y llorando, fue tranquilizada por los policías, que observaron que tenía sangre en la cara y en las manos.
El presunto agresor se encontraba en la vivienda y si bien en un primer momento trató de restarle importancia al suceso calificándolo como “una simple discusión de pareja” terminó amenazando a uno de los agentes. Los hechos determinaron su arresto.