La dotación le dio el alto y al cotejar los datos del automóvil descubrieron que también carecía de seguro. Mientras comprobaban esta información, los agentes hicieron un registro superficial del vehículo yhallaron esos cinco teléfonos, de distintas marcas y modelos, y la tableta.
El conductor no fue capaz de facilitar el número de ninguno de los terminales como propio y alegó que se los habían dado diferentes personas porque eran modelos fuera de uso. Ante la sospecha del origen ilícito de los aparatos, los policías los intervinieron para aclarar su procedencia, no sin antes informar al hombre sobre los pasos a seguir para recuperarlos si acreditaba su propiedad.
Igualmente, cursaron las correspondientes multas por las irregularidades detectadas con la documentación del vehículo. Posteriormente, se confirmó, tras averiguar el IMEI de cada móvil, que dos de los teléfonos figuraban oficialmente como robados.
En consecuencia, la Policía Local instruyó las pertinentes diligencias policiales para poner los hechos en conocimiento de la autoridad judicial.