Anoche el humo no afectaba solo a las calles, sino también al interior de los hogares. Muchos vigueses tuvieron que abandonar sus domicilios por las llamas pero también por el olor a quemado, que hacía imposible pasar la noche en casa. El día después del infierno vivido este domingo es diferente.
Este domingo la Consellería de Medio Ambiente había situado la calificación del aire como “muy mala”. Este lunes Meteogalicia, dependiente de este departamento, habla de calidad de aire “buena” y prevé que se mantenga así toda la jornada. El ente autonómico también informa de que la fuerza del viento remitirá, otra buena noticia.
Pero no hace falta que un organismo oficial lo diga. Salir a la calle basta para sentirse aliviado después de un día horrible. Cientos de personas han comenzado a volver a sus casas después de refugiarse en las de familiar y amigos. A pesar de todo, los colegios han remotado la actividad escolar con muchas ausencias en las aulas.
También se empieza a hacer balance de daños en las zonas quemadas. Los Bomberos de Vigo han trabajado a destajo para sofocar las llamas y este lunes por la mañana han vuelto a los puntos clave para refrescar y asegurarse de que los incendios no se reavivan. Además, quedan dos fuegos activos en el Galiñeiro y el Monte Alba, aunque ambos están bajo control.
La consecuencia es un panorama negro y triste. Pero en zonas como la avenida de Europa, que ardió por ambos márgenes, también ha quedado la huella de los héroes anónimos que salieron a luchar contra el enemigo con sus propias manos y sus propios medios. Una hilera de cubos como símbolo la fuerza y el esfuerzo de los vigueses.