Hasta el lugar se desplazaron agentes de la Policía Local de Vigo que recogió los restos óseos, que estaban depositados dentro de una bolsa, y los puso a disposición de la Policía Científica, que investiga su procedencia.
Según fuentes cercanas al asunto se descarta inicialmente que los huesos estén relacionados con algún crimen o delito violento y lo que se sospecha es que hayan sido arrojados a la basura por estudiantes de Medicina, Fisioterapia o Enfermería. Estos estudiantes emplean huesos reales durante sus carreras universitarias para estudiar la anatomía humana.