Los agentes localizaron a su propietario, que se presentó en el lugar poco después. Este señaló que desconocía que su vehículo estuviese estacionado en ese punto, ya que lo había dejado la noche anterior en la calle Jenaro de la Fuente, sin bloqueo y sin candado. Además, explicó que los daños que presentaba en el frontal no los tenía cuando lo dejó aparcado.
Por su parte, un vecino de la zona comunicó a los policías que había visto cómo un adolescente estaba intentando encender la moto y al no conseguirlo, se marchó del lugar. El testigo aportó las características físicas del menor.
Poco después, sobre las 17:30 horas, los agentes fueron comisionados nuevamente por la Central de Información y Mando para que acudieran a la calle Aragón, donde al parecer una persona tenía retenido a un menor de edad que había intentado sustraer su ciclomotor.
En el lugar, el requiriente sujetaba a un muchacho, el cual resultó ser un varón de 14 años de edad, coincidiendo este con las características físicas aportadas por el vecino de la calle Toxal.
El hombre que había retenido al menor manifestó que poco antes, cuando se encontraba paseando por las inmediaciones de su domicilio, observó cómo el joven se acercaba a su ciclomotor y comenzaba a empujarlo, momento en el que intervino, reteniendo al muchacho y solicitando la presencia policial.
El joven, tras reconocer que había intentado llevarse los dos ciclomotores, comunicó que dos conocidos suyos le obligaron a realizar dichos robos y que lo amenazaban si no hacía lo que ellos querían.
Los agentes solicitaron la presencia de los padres del menor, que una vez en el lugar manifestaron que su hijo tiene un problema visual, así como un problema en el corazón, que le limitan físicamente, siendo por ello «más vulnerable».
Tras realizar las intervenciones, la Policía Local comprobó que, efectivamente, el autor de los hechos posiblemente decía la verdad. Los conocidos resultaron ser dos menores de 14 y 16 años de edad, los cuales son «muy conflictivos» y «conocidos en la zona donde viven», teniendo expedientes abiertos por hurtos. Uno de ellos además se encuentra expulsado del centro escolar al que acudía por su «carácter violento», teniendo atemorizados a muchos jóvenes de su entorno.
De todo ello, la Policía Local hizo las correspondientes diligencias judiciales.