La investigación se inició a principios de septiembre tras tener conocimiento a través de la colaboración ciudadana de la posible existencia de un punto negro de venta de drogas en el entorno de la mencionada calle.
La denuncia movilizó a la policía, que comenzó a vigiliar la zona y pudo comprobar el trasiego de toxicómanos era constante.
Durante la investigación, los agentes observaron el habitual modus operandi en estos casos: los compradores esperaban en una serie de puntos predeterminados hasta que llegaba un varón con el que realizaban un rápido intercambio para a continuación marcharse del lugar.
Asimismo, el presunto vendedor de los estupefacientes adoptaba diversas medidas de seguridad y tenía un especial cuidado cuando contactaba y realizaba intercambios con los potenciales compradores.
Cuando se estimó oportuno actuar, se montó el habitual dispositivo para estas actuaciones. En él, varios agentes se dispusieron estratégicamente por las inmediaciones y calles aledañas a la espera de que se produjese una operación de compraventa. En el momento en el que iba a realizar un intercambio con dos clientes, los efectivos policiales desplegados interceptaron al sospechoso.
Inmediatamente le realizaron un cacheo de seguridad en el que le intervinieron una importante cantidad de hachís y dinero en efectivo.
Tras la detención se trasladó al acusado a la comisaría, donde se realizó una comprobación de las bases de datos policiales y se confirmó que carecía de antecedentes policiales anteriores.
La investigación fue llevada a cabo por agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), perteneciente a la Brigada de Seguridad Ciudadana. El arrestado fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo.