El primero de ellos es un sistema automatizado que a través de sensores emite una señal a la cabina central del control para cerciorarse de que las protecciones de los ‘coches’ están bien fijadas. “Si ese mecanismo hubiese funcionado correctamente la atracción se hubiese parado de inmediato”, ha apuntado López Font. A este respecto, el dueño del ‘Saltamontes’ ha aclarado que esos sensores sólo van ubicados en la zona derecha de cada compartimento y que la parte que se desenganchó fue la de la izquierda.
El segundo mecanismo de seguridad es manual y se basa simplemente en que los trabajadores supervisen las barras antes de comenzar cada viaje, algo que todos coinciden en señalar que no sucedió.
En lo que respecta a la documentación, desde el Concello aseguran que todos los papeles están en regla y que la atracción disponía del certificado técnico de revisión anual correspondiente al año en curso, del seguro de responsabilidad civil y del permiso municipal obligatorio.
El Ayuntamiento también ha confirmado que este ‘Saltamontes’ es de un propietario diferente al que el año pasado protagonizó otro incidente en las fiestas de Balaídos y que ambos sucesos no tienen relación alguna.