A las ocho de la mañana, una patrulla de la Policía Local se dirigió a un céntrico hotel vigués, ya que en una de las habitaciones una pareja estaba discutiendo. Al parecer, el varón había llegado solo al establecimiento donde se hospedaba, advirtiendo al personal de servicio que si llegaba su mujer, no la dejasen pasar.
El personal hizo saber este aviso a la mujer a su llegada, pero esta hizo caso omiso y accedió a la habitación, ya que tenía otro juego de llaves. Se desencadenó una discusión en la estancia y el personal de servicio decidió avisar a la Policía.
A la llegada de los agentes, la mujer estaba en el pasillo de la planta donde se ubican las habitaciones, indicando que efectivamente había discutido con su pareja por los problemas que el varón tenía derivados del consumo de alcohol y que este se había puesto agresivo y la había insultado. También señaló que había hecho ademán de agredirla levantando un puño, si bien finalmente no lo hizo.
La mujer presentaba moratones en un brazo e indicó que los mismos eran producto de una agresión de su pareja de algunos días atrás. Además de estas contusiones, dijo tener otras en el cuerpo, sin querer mostrarlas. Tampoco quería presentar denuncia, manifestando que sí había interpuesto una en el pasado, pero que finalmente la retiró.
La Policía procedió a la detención de S.H, que presentaba síntomas de haber ingerido bebidas alcohólicas.