Según informó este viernes la Comisaría de Vigo, la investigación se inició a principios de este verano, por parte del Grupo de UDEV Drogas, de la Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional en Vigo, y dentro del Plan Especial de Lucha Contra el Tráfico Medio de Drogas tras tener conocimiento a través de la intervenciones de varias dotaciones policiales y de la colaboración ciudadana de la posible existencia de un punto negro de venta de drogas en la zona de la calle Xílgaro de Vigo.
La Policía señala en un comunicado que la vigilancia resultó muy compleja, porque fuera de la vivienda y dominando la calle y el patio, se encontraban familiares de la detenida constantemente en actitud de vigilancia.
Durante la investigación los agentes fueron interviniendo pequeñas cantidades de droga a compradores a los que se seguía e identificaba, instruyendo las correspondientes actas-denuncia ante la Subdelegación del Gobierno.
«La constante vigilancia familiar y las costumbres de la propia detenida, que raramente abandonaba su domicilio, donde recibía a los consumidores-compradores provocaron que la investigación se alargase en el tiempo», explica la Comisaría.
En las vigilancias, los agentes reconocieron a un hombre que visitaba con mucha frecuencia el domicilio de la detenida como un pequeño traficante que había sido ya motivo de detención y seguimiento en otras investigaciones de este año sobre otros traficantes de mediana entidad. Esta persona se encargaba de realizar entregas de sustancias estupefacientes a los clientes, ya en domicilios o en la vía pública, y en otra detención se le intervinieron 9,2 gramos de cocaína.
El detenido, según explica la Policía, realizaba en ocasiones varias visitas en el mismo día a la detenida, por lo que se le realizó un seguimiento más detallado, dando como resultado la intervención de heroína en unos de los controles.
En uno de estos controles a compradores también se incautaron de 0,3 gramos de heroína a una persona que, tras ser registrada, regresó al domicilio de la detenida. Momentos más tarde, varios miembros del clan familiar salieron recorriendo la zona en actitud de vigilancia para detectar la presencia policial, llegando a suspender la detenida las ventas en su domicilio en los siguientes días.
La mujer extremó desde entonces las medidas de seguridad e incrementó las vigilancias por parte del clan, además de cambiar de vehículos para desplazarse, dificultado la investigación policial.
En cualquier caso, el día 23 de agosto, fue detectada a bordo de un vehículo en las calles cercanas a su domicilio, comprobando que durante el seguimiento realizaba maniobras extrañas al detener y observar constantemente su entorno.
Viajaba en el coche acompañada por el también ahora detenido, por lo que los agentes, sospechando que portaban una cantidad importante de sustancias estupefacientes, interceptaron el vehículo en la zona de Jenaro de la Fuente.
Una vez identificados, se localiza a simple vista, debajo del asiento del copiloto, una bolsa de plástico que en su interior contenía 101,6 gramos de cocaína, valorada en unos 9.500 euros.
Ya en Comisaría se comprobó que a la mujer le figuraban dos detenciones anteriores y al hombre otras ocho, resaltando que las ultimas tres se produjeron en los últimos meses de este año.
Los detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Vigo en funciones de guardia.