Al realizar un seguimiento comprobó cómo el sujeto se iba hasta una zona más alejada de la tienda y comenzaba a guardar diversos artículos dentro de su ropa, al tiempo que comprobaba que nadie lo estuviera observando.
Mientras el hombre se dirigía hacia la zona de cajas, uno de los vigilantes avisó a la sala operativa del 091 para que una patrulla acudiera al lugar por si intentaba huir con los efectos que llevaba ocultos.
Cuando los agentes llegaron, el varón estaba forcejeando con los miembros de seguridad del establecimiento. El responsable de la superficie comercial relató lo que se había observado a través de las cámaras y que posteriormente el sospechoso realizó un recorrido por la tienda y se dirigió a la línea de cajas, donde abonó una pequeña compra pero no lo que llevaba oculto.
Por ello, una vez salió de la caja uno de los vigilantes le solicitó que lo acompañase para abonar los artículos que llevaba ocultos. En ese momento, el acusado intentó derribar al vigilante con un golpe y huir, aunque no lo logró y se inició un forcejeo que finalizó con la llegada de los policías.
Inmediatamente, se le realizó un cacheo preventivo de seguridad al presunto autor del robo y se le encontraron escondidas entre sus ropas varias prendas, que fueron entregadas a los encargados del hipermercado.
A continuación, se procedió a su detención y traslado a dependencias policiales, donde se realizó una consulta de las bases de datos y se comprobó que contaba con siete antecedentes policiales anteriores, varios de ellos por hechos similares.
El operativo fue llevado a cabo por el Grupo de Atención al Ciudadano de la Brigada de Seguridad Ciudadana. Todo lo ocurrido fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Vigo en funciones de guardia.