Los hechos tuvieron lugar este pasado fin de semana, de madrugada, cuando se recibió una llamada en la Sala Operativa del 091 en la que la empleada de una gasolinera informaba que un cliente le estaba causando problemas.
Una dotación que formaba parte del Plan Especial Entroido 2019 se dirigió al lugar y a su llegada observó a un hombre que se dirigía de modo agresivo hacia la responsable de la estación de servicio.
Al preguntar los agentes qué sucedía, el conductor los miró y les arrojó unos resguardos de multas, al tiempo que les decía que ya había pagado las sanciones que correspondía. Uno de los agentes observó los boletines y comprobó que eran de dos controles de alcoholemia de hacía unas horas.
Dado que el individuo seguía presentando claros síntomas de encontrarse bajo los efectos del alcohol y que había entrado en la estación de servicio en sentido contrario, los agentes solicitaron la presencia de una patrulla para realizarle un nuevo control de alcoholemia.
Sextuplicando el límite máximo permitido
Una vez finalizado, los agentes comprobaron que el resultado de la prueba sextuplicaba el límite legal permitido, por lo que procedieron a su detención y posterior traslado a dependencias policiales.
Además, se solicitó la presencia de la grúa para trasladar el vehículo al depósito municipal, donde quedó a disposición de su propietario.
La actuación fue llevada a cabo por agentes del Grupo de Atención al Ciudadano, perteneciente a la Brigada de Seguridad Ciudadana, de la Comisaría de Policía Nacional en Vigo-Redondela. El detenido pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 8 de Vigo.