La huida se inició en la rotonda de Isaac Peral, cuando una patrulla observó un vehículo subido encima de la acera con la puerta del conductor abierta. Según el relato policial, al acercarse los agentes, «el conductor los mira desafiante, cierra la puerta con un fuerte golpe y enciende el vehículo. Uno de los agentes sale del vehículo policial y le ordena que apague el vehículo y deje las llaves sobre el salpicadero, mientras su compañero se interpone entre el vehículo y la calzada».
Lejos de obedecer, el conductor aceleró y salió a toda velocidad haciendo derrapar las ruedas al tiempo que se dirigía hacia el segundo agente, que tuvo que saltar fuera de la vía para evitar ser arrollado.
Inmediatamente, los agentes volvieron al vehículo policial e iniciaron una persecución del conductor fugado, haciendo uso de los dispositivos acústicos y luminosos, así como de la megafonía exterior para indicarle que detuviese el vehículo.
Cuando daban aviso al resto de patrullas en servicio vieron cómo el individuo se incorporaba a la autopista AP-9 y tomaba dirección Baiona, por donde circuló varios kilómetros hasta el desvío para la autovía A-55 dirección O Porriño.
Ante la gran afluencia de tráfico de ese vial y el grave riesgo que podía suponer para el resto de usuarios de la vía se solicitó el apoyo de otros cuerpos policiales.
Mientras esto sucedía, el conductor se desvió por una vía de servicio, saliendo en la zona de Petelos (Mos). Dicho vehículo cada vez realizaba una conducción más peligrosa y con total desprecio hacia la integridad de los demás usuarios de la vía, cruzándose continuamente delante los otros automovilistas, dando volantazos que provocaban que el resto de conductores tuvieran que echarse fuera de la vía para evitar una colisión.
Para evitar riesgos a los demás conductores y peatones, ya que la carretera estaba mojada y entraban en un área densamente poblada, los agentes se alejaron del perseguido al tiempo que daban aviso de su ubicación a los demás indicativos.
Además, en ese momento ya tenían localizado el domicilio del titular del vehículo por lo que una dotación se dirigió al lugar, donde se toparon con una dotación de la Guardia Civil que ya había sido alertada. Asimismo, indicaron que el vehículo había sido robado y que el propietario ya estaba en la Comandancia realizando la correspondiente denuncia.
A través de otra investigación paralela, los policías lograron identificar al presunto autor del robo, por lo que se dirigieron al domicilio de éste, ubicado en un barrio cercano.
Recuperado el vehículo y detenido el responsable
Al llegar a la casa, vieron en el interior de un cobertizo el vehículo huido, así como al conductor, el cual al percatarse de la presencia policial salió corriendo hacia la vivienda pero fue interceptado por los agentes a escasos metros.
Tras inmovilizarlo, procedieron a su detención y traslado a las dependencias policiales del Cuerpo Nacional de Policía en Vigo, al tiempo que se trasladaba el vehículo al cuartel de O Porriño.
Posteriormente se realizó una consulta de las bases de datos policiales, en la cual se comprobó que el detenido contaba con 39 antecedentes policiales anteriores, además de una orden de búsqueda, detención e ingreso en prisión.
El operativo fue realizado por el Grupo de Atención al Ciudadano de la Brigada de Seguridad Ciudadana, de la Comisaría de Policía Nacional de Vigo-Redondela, pasando el detenido y todo lo actuado a disposición del Juzgado de Instrucción.