Así, una patrulla se trasladó al lugar y, una vez allí, comprobó que efectivamente los canes eran de raza potencialmente peligrosa y que no llevaban bozal.
Los agentes solicitaron a la persona que llevaba consigo a los perros la documentación preceptiva pero el hombre no pudo aportar ninguna.
A la vista de los hechos, los policías cursaron las pertinentes denuncias, además de emplazar al dueño de los animales para que presentase los papeles correspondientes.