Esta especie, cuyo valor comercial es muy superior al del “atún patudo”, está sujeta a restricciones en su pesquería debido a un plan de recuperación instado por las autoridades comunitarias que dan lugar a que cada país tenga asignada una cuota de capturas, un listado de buques autorizados que deberán ir provistos de un documento de capturas y, en cualquier caso, solo podrán desembarcar o transbordar en los puertos autorizados y en los días y horarios habilitados.
El ejemplar fue localizado por los efectivos del Equipo del SEPRONA de la Guardia Civil de Vigo en una antigua sala de despiece de la lonja de bajura en el puerto de Vigo. Pesaba 175 kilos y se encontraba en el interior de un embalaje de cartón, posiblemente dispuesto para su transporte. Su valor en el marcado podría superar los 5.000 euros.
Como suele ocurrir en estos casos, el ejemplar carecía de los dos órganos que identifican la especie, como son las aletas y la cabeza, que fueron localizadas por el SEPRONA en un contenedor de subproductos sandach.
Con la colaboración y el asesoramiento de los inspectores de pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, una vez confirmado que se trataba de una especie de atún rojo, se procedió a su decomiso y se entregó en el Banco de Alimentos de Vigo.
Las averiguaciones realizadas para conocer el origen y destino del atún intervenido dieron como resultado la localización del buque del que había sido descargado, un barco de bandera portuguesa. También se logró identificar al administrador de una empresa de la ciudad olívica que fue la que supuestamente gestionó la descarga y su comercialización.
A través de las autoridades competentes del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, se ha tramitado el correspondiente expediente sancionador por una supuesta infracción grave a la Ley de Pesca Marítima del Estado, que puede conllevar una sanción económica de hasta 7.000 euros.
Esta no es la primera incautación de atún rojo que realizó la Guardia Civil en esta provincia. El verano pasado el SEPRONA interceptó una descarga de 27 toneladas a bordo de un palangrero atracado en un muelle del municipio de Moaña, que también carecía de licencia para su captura.