Los hechos se registraron alrededor de las nueve de la mañana en la carretera PO-325 (Vigo-Baiona), también denominada Avenida Ricardo Mella, cuando dos coches chocaron de forma frontal justo frente a la estación de servicio de Canido.
A bordo de un Citroën Picasso, que circulaba en dirección a Saiáns, viajaba un hombre con dos niños de corta edad, mientras que el otro vehículo, modelo Ford, era conducido por una mujer.
Dos ambulancias de los servicios de emergencias Rías Baixas y otras dos del 061, una de ellas medicalizada, se desplazaron a la zona y atendieron a los heridos, en principio con lesiones de carácter leve, y los trasladaron a diferentes centros médicos de Vigo.
Agentes de la Policía Local regularon el tráfico en la zona hasta la retirada de los dos turismos, que se quedaron cruzados en medio de la calzada provocando retenciones. La Guardia Civil de Tráfico se encarga del atestado del accidente.
Los vecinos de la zona se quejan de la alta siniestralidad que se registra en la zona pese a que ya se ha eliminado la raya discontinua que permitía los adelantamientos y realizar giros para acceder a la gasolinera.