Según han informado fuentes policiales, los hechos tuvieron lugar a las 01:30 horas, cuando una patrulla interceptó un ciclomotor Yamaha SA22 tras frenar con brusquedad en un semáforo situado en la confluencia de las calles Jenaro de la Fuente y Toledo, llegando casi a perder el equilibrio.
El piloto fue sometido a la prueba para la detección de drogas tóxicas al sospechar los agentes que pudiera haber consumido alguna sustancia. Después de realizar el test salival, éste arrojó un resultado positivo en tetrahidrocannabinol (THC), por lo que fue denunciado administrativamente.
Además, le realizaron un cacheo superficial y se le descubrió en el interior del bolsillo izquierdo de la cazadora que vestía una bolsa plástica que contenía siete cogollos de marihuana, lo que motivó una nueva denuncia.
Lo más sorprendente fue que los policías le encontraron, junto a los estupefacientes, un cartucho de balas 9 mm Parabellum de la marca AB, blindado y sin percutir, que fue decomisado. Preguntado por su procedencia, el conductor dijo que se trataba de un recuerdo familiar.
Por último, al contrastar los datos de la matrícula, los policías también comprobaron que el ciclomotor presentaba la ITV caducada, motivo por el que también fue denunciado.