El tribunal relata en la sentencia que lo hizo «por causas no esclarecidas y con omisión de las más elementales normas de cuidado, dadas las condiciones climatológicas existentes y la falta de una limpieza adecuada de la finca para evitar la propagación».
El incendio afectó a una superficie de 1,20 hectáreas, de las cuales una era de arbolado y 0,20 de monte raso. El sospechoso abonó los gastos de extinción del fuego, por lo que los jueces tuvieron en cuenta la atenuante de reparación del daño.
El tribunal, que lo condenó por un delito de incendio forestal por imprudencia grave, indica en la sentencia que las viviendas estaban situadas «a unos 350 metros» y que no se ha probado que hubiese existido «un grave peligro para la vida de las personas».
La Audiencia explica que no se ha podido esclarecer si prendió fuego porque estaba asando un chorizo, tal y como sostuvo el condenado, pues «no se hallaron evidencias físicas en el lugar» o porque se disponía a quemar maleza, tal y como apunta la segunda inspección ocular. Los magistrados destacan que omitió «las normas más elementales de cuidado» y que ese día el riesgo de incendio era «extremo».
El hombre fue uno de los pocos detenidos por la ola de incendios que azotó Galicia en octubre de 2017 y quemó miles de hectáreas, además de causar varios muertos.