Cuando los efectivos desplazados llegaron al lugar, dos mujeres de 19 años, residentes en Moaña, estaban siendo custodiadas por el vigilante del establecimiento. Presuntamente, habían entrado en los probadores con una serie de prendas de vestir y al salir llevaban menos artículos en las manos. Además, cuando devolvieron la ropa, dejaron también dos dispositivos de alarma.
El responsable de seguridad se dio cuenta de todo ello y fue en ese momento cuando contactó con la policía.
Las prendas hurtadas eran un top y un bañador, cuyo precio rondaba en total los 30 euros. Las jóvenes reconociendo la autoría del hecho y los agentes cursaron las correspondientes diligencias judiciales.