El objetivo de este barco autónomo es cubrir de forma más eficiente y segura misiones de salvamento marítimo, lucha contra incendios, vigilancia aduanera y mantenimiento de puertos, entre otras cosas. Puede operar de manera conjunta con un avión de vigilancia marítima y enviar en tiempo real las imágenes y los datos que recoge con sus sensores. Su creación se encuadra dentro del programa Civil UAVs Initiative impulsado por la Xunta de Galicia.
Así, al poder navegar sin patrón este dron «opcionalmente tripulado» puede emplearse cuando las situaciones de intervención sean extremas. No obstante, el camino para su puesta en marcha todavía es largo, ya que la legislación actual no contempla todavía escenarios de navegación sin tripulantes. Con la prueba de este martes el proyecto cierra su primera fase, ya que Indra seguirá trabajando para incorporar nuevas funcionalidades.
Al acto de demostración de este prototipo en el puerto vigués acudieron representantes de las empresas implicadas, de la universidad y de la Consellería de Economía e Industria. El propio conselleiro, Francisco Conde, destacó que Galicia vuelve a situarse a la vanguardia en materia de innovación.
“Hoy es un día emotivo porque hacemos la primera prueba, en condiciones reales, de un proyecto vinculado al polo tecnológico e industrial de Rozas. Este dron marino permitirá dar esa respuesta que estamos buscando al desarrollar proyectos de innovación que den soluciones innovadoras a las demandas de la administración en el campo civil, a la vez que posibilita trabajar de cara al futuro para que sistemas como este se puedan industrializar en Galicia y comercializar”, explicó Conde.