«Visitas suspenidas por decisión de los comandantes de la flota». El cartel colocado en la verja del puerto avisaba de la imposibilidad de conocer más de cerca los barcos que se dedican a desactivar minas de la Segunda Guerra Mundial por mares de todo el mundo.
«Es por los atentados de París, ha venido muchísima gente», añadía la Policía Portuaria cuando la gente se acercaba en busca de explicaciones. A pesar de todo, cientos de personas acudieron al puerto vigués. A través de la valla podían verse los ocho buques de la OTAN.
La flota de la OTAN, este mártes, partiendo de Vigo. / Foto: Autoridad Portuaria de Vigo
Los ocho dragaminas de la flota de la Alianza Atlántica con unos 350 tripulantes, varios de ellos españoles, partieron este martes de nuevo rumbo al norte de Europa. Se trata de «Godetia» y «Lobelia», de Bélgica; «Admiral Cowan», de Estonia; «Hinnoy», de Noruega; «Talivaldis», de Letonia; «Bad Rappenau», de Alemania; «Schiedam», de Países Bajos, y «Grimsby», de Gran Bretaña.
La misión de esta flotilla consiste en localizar mediante el sonar las minas que fueron desplegadas durante la Segunda Guerra Mundial en aguas de toda Europa. A lo largo de este 2015, los barcos de la OTAN lograron retirar un total de 229 artefactos explosivos que se encontraban sumergidos y que se convierten en una amenaza ante la posibilidad de que se enganchen a las redes de los pesqueros o que salgan a la superficie.