El personal del astillero intentaba de esta manera exprimir las mínimas posibilidades existentes de salvar sus puestos de trabajo pero la “falta de tesorería en caja” apunta a un final desfavorable para sus intereses. La previsión es que el juez emita un auto esta misma semana y la ausencia de inversores apunta a la extinción de los empleos.
Esta falta de interés por la empresa contrasta con los movimientos que se están llevando a cabo para salvar Barreras. En su día la Xunta de Galicia ya avisó de que había hecho todo lo que había podido por Vulcano y ahora está centrada en el preconcurso del otro histórico astillero. Este posible agravio comparativo no ha sentido bien en la plantilla de Vulcano.
“Nosotros sólo somos trabajadores y ellos tienen barcos; Ritz-Carlton pesa mucho”, ha declarado tras la vista el presidente del Comité de Empresa, Nicolás Sangrabriel, que ha denunciado un “trato de favor hacia el gigante”.
El representante de los trabajadores ha advertido, no obstante, de que no renuncian a su derecho sobre la propiedad y “si tenemos que encadenarnos a la puerta del astillero, lo tendremos que hacer”. “No vamos a consentir que el astillero desaparezca o que si aparece un inversor no cuente con nosotros”, ha avisado Sangabriel, quien ha recordado que “en este periodo se va a abrir un tiempo para recibir ofertas cuando ya no estemos en la empresa”.