El ‘Georg Stage’ tiene una tripulación de unas 60 personas que aprenden durante el periplo todos los secretos de la navegación. Su puerto base es Copenhague, donde el buque original fue encargado por un armador, Frederick Stage, cuyo hijo, Georg, había muerto a los 22 años por culpa de la tuberculosis. La efigie del joven, amante del mar, presidía la proa de la nave original y fue trasladada posteriormente a la nueva.
La tragedia se cebó con el barco primigenio, que fue abordado en 1905 por el trasatlántico inglés ‘Ancona’, lo que provocó su naufragio y el fallecimiento de 22 alumnos, un hecho que generó una gran consternación en su país. Posteriormente, la nave fue rehabilitada.
En la página web de la fundación Georg Stage se recoge que el velero es el aula flotante civil e independiente más antiguo del mundo y que ha servido de referencia para la construcción de muchos otros buques.
Este barco ha llegado a Vigo procedente de Cádiz y visitó el puerto olívico el pasado mes de octubre tras 20 años de ausencia.