En este sentido, el regidor olívico exigió dotación presupuestaria y plazos de ejecución para esta infraestructura, al mismo tiempo que defendió la gratuidad del peaje de la autopista entre ambas localidades para que se pueda usar como vía alternativa hasta que esa conexión no sea una realidad.
Caballero también instó al Gobierno central a acabar los trabajos de asfaltado que se están realizando en la actualidad en esta “peligrosísima y dramática” sección de la A-55 y que a su juicio no dejan de ser “un lavado de cara”.
El alcalde vigués insistió en la necesidad de construir una nueva conexión entre Vigo y O Porriño, una infraestructura que tendrá una parte de túnel, la que enlaza desde Baruxáns y va directo a O Porriño para conectar de nuevo con la autovía a Madrid.
Además, reiteró que «no nos conformamos con un asfaltado» sino que es necesario un vial que elimine las curvas. Según sostuvo, Vigo es la única ciudad europea importante en la que se entra por una carretera con tramos limitados a 60 kilómetros por hora, lo que genera situaciones muy “peligrosas”.