De esta manera, las socialistas Olga Alonso –número 1 por la provincia- y Ángeles Marra –número 3- y el ‘popular’ Diego Gago –número 2- serán los tres vigueses que defenderán los intereses de la ciudad en Madrid.
Todos ellos abandonaron la política municipal tras la cita del 26 de mayo para ocuparse de asuntos de ámbito estatal. La legislatura fallida no les dio tiempo para realizar mucho trabajo –de hecho, Alonso y Marra no presentaron ninguna pregunta o petición al Gobierno-, por lo que ahora tendrán una nueva oportunidad para pelear por su ciudad natal.
En todo caso, el hueco dejado por Beatriz Pino no se ha ido muy lejos. Esa plaza ha ido a parar al número 3 del PP por Pontevedra, que en esta ocasión ha sido Javier Bas. El exalcalde de Redondela logra así recolocarse en el Congreso de los Diputados tras no ser quien de revalidar su puesto en este Ayuntamiento.
Mientras, Vigo mantiene su único representante en el Senado. Será Javier Guerra, que vuelve a la primera línea política en sustitución de Miguel Fidalgo, que fue relegado a un puesto de suplente en esta nueva convocatoria electoral. El fracaso de las pasadas municipales y la nueva gestora del PP vigués han tenido mucho que ver en ello.
Una segunda opción para la ciudad en la Cámara Alta podría ser Elena Muñoz, que encontraría ubicación tras el mal resultado cosechado el 26 de mayo. La exconcejala fue nombrada por la Xunta de Galicia dentro de la potestad que tiene el Gobierno gallego de escoger senadores por designación autonómica. Así fue tras el pasado 28-A; habrá que ver si repite después del 10-N.
Javier Guerra y Diego Gago, en una rueda de prensa durante la campaña electoral.