El motivo es el desplazamiento del aire frío que reinaba en Galicia hacia el Este y que será sustituido por un frente activo que llegará a última hora del lunes a Vigo. Esas nubes dejarán unas lluvias que se quedarán hasta el miércoles, víspera del 1 de noviembre.
Habrá que esperar a ver la evolución de los próximos días para saber si el puente será bueno o malo climatológicamente hablando, pero la previsión a medio plazo no es muy halagüeña y se decanta por cielos nublados con alguna precipitación débil.
Al menos las temperaturas se mantendrán en valores aceptables para la época del año. El pronóstico vaticina mínimas de 12 y máximas de 18 grados para los últimos días de la semana.