Y es que lo peor se espera para este miércoles, con ráfagas todavía más fuertes y chaparrones de consideración, sobre todo por la tarde, momento en el que se prevé una gran acumulación de precipitaciones.
Será la peor parte de este fenómeno climatológico, formado por ciclogénesis explosiva, y que ha mantenido en alerta amarilla a 25 provincias en España, entre ellas Pontevedra. No obstante, la Aemet acaba de desactiva ese aviso en las Rías Baixas para limitarlo al Norte de Galicia en las próximas horas.
Además, el pronóstico del tiempo vaticina que el jueves y el viernes continuará lloviendo pero el protagonista principal esos días será el viento, que seguirá soplando con intensidad. De hecho, no se descarta que esas jornadas haya que activar la alerta naranja por fenómenos costeros en toda la comunidad gallega.