Esta circunstancia vaticina un desembarco en las playas de la ciudad, ya que la previsión es que los termómetros alcancen los 28 grados el 17 de mayo, muy cerca de la máxima anual alcanzada el pasado 20 de abril (29,3 grados). Una cifra que contrasta con los escasos 15 grados del pasado domingo.
Aunque el jueves será el día de mayor disfrute al ser festivo, los afortunados que tengan libre también el viernes podrán mantener su plan una jornada más, ya que el calor se mantendrá casi invariable, en los 27 grados de máxima.
Ya en el fin de semana, el sol seguirá pegando con fuerza suficiente para no salir de la playa, con temperaturas que llegarán a los 26 grados el sábado y 25 grados el domingo.
Así pues, aunque el pasado fin de semana no permitiera pisar los arenales de la ciudad, los vigueses tendrán la oportunidad de resarcirse en el puente con hasta el doble de días de playa.