En rueda de prensa, el portavoz del grupo, Rubén Pérez, recordó que es un sistema que se utiliza desde hace muchos años en Europa y por lo tanto considera que «se debería estar ya hablando de si hay voluntad política de introducir los presupuestos participativos como experiencia piloto en nuestra ciudad». «Ciudades como París o Nueva York, a las que recurre el alcalde en muchas ocasiones para compararlas con Vigo, ya están utilizando estos métodos», subrayó.
Según indicó Pérez, las líneas generales presentadas para el presupuesto de 2017 «son continuistas en cuestiones de inversión y gasto» y «están orientadas a priorizar el pago de la deuda por lo que imposibilitan utilizar los presupuestos como un instrumento para consolidar los gastos sociales».
Por ello, Marea de Vigo considera que Vigo tiene que «seguir la estela» de otros municipios donde, con independencia de su color político, se está trabajando en presupuestos participativos.
No es la primera vez que el grupo municipal de Marea de Vigo hace propestas sobre tomar este tipo de medidas en materia presupuestaria aunque desde el gobierno local, recuerdan, siempre se les ha dicho que «los presupuestos están consensuados con el tejido asociativo porque nos reunimos con los presidentes y les contamos lo que vamos a hacer». Esto, subrayan, «dista mucho de parecerse a la participación real, y todavía más en el caso de Vigo donde las relaciones con las asociaciones funcionan al antojo del gobierno local y del momento».
Según Pérez, «hay herramientas para poner a andar y hacer partícipes del gasto público a la ciudadanía, de manera que cualquier vecino esté o no en una asociación o organizado en su barrio, pueda participar». La propuesta seguiría un proceso, que comienza por la aprobación en pleno de un reglamento, y posteriormente la aprobación de una metodología donde, por ejemplo, se realicen asambleas participativas y de recogida donde la ciudadanía pueda proponer dónde considera que se debe invertir en su barrio, e incluso se active un proceso de votación electrónica o en urna, donde las propuestas más valoradas sean las que se tengan en cuenta. Para esto, Marea de Vigo propondrá que se utilice la red de centros cívicos, tal y como están utilizando otros ayuntamientos. El coste de esta propuesta sería, dice el grupo municipal, de 2 millones de euros, una cifra «perfectamente asumible» por parte del Concello de Vigo.
Según la propuesta de Marea de Vigo, estas herramientas estarían circunscritas en el capítulo de las inversiones, puesto que unos presupuestos participativos, recuerda, no pueden decidor cuestiones laborales ni compromosos que existen con los contratos públicos «pero sí que pueden en el capítulo de inversiones, vista la arbitrariedad que hay en las propuestas que se están haciendo por ejemplo en las humanizaciones y en el formato de obra pública de elevado coste que se está llevando a cabo». Así, los vecinos podrían decidir sobre parques públicos, parques infantiles, jardines, palcos, mejoras en los mercados… «siendo esta una manera de ir introduciendo una cultura de decisión vecinal».