Esta petición, que choca con el informe de la experta municipal en la materia, ha sido interpretada por el alcalde, Abel Caballero, como una forma de impedir que la administración local pueda reformar esas calles antes de las elecciones municipales de mayo. “Volver a asfaltar no es más que levantar el asfalto anterior y echar otra capa de asfalto. ¿Qué riesgo tiene eso para la arqueología?”, ha declarado el regidor visiblemente enfadado.
Caballero ha indicado que el proyecto para Luis Taboada, Carral y Victoria –donde se sustituirán los adoquines por firme común- contempla profundizar 20 centímetros por debajo de la calzada, cuando en la reciente obra de la plaza de Compostela “llegamos a 80 centímetros y no fue necesario informe arqueológico”.
“¿Desde cuándo hay que hacer informes arqueológicos para asfaltar una calle?”, se preguntó el alcalde de Vigo, que vio en esta petición un síntoma de “pura política electoral”, reconociendo así implícitamente que la oleada de asfaltados programada por el Concello en abril y mayo tenía de por sí un componente electoralista.
A raíz de este conflicto, el Concello ha decidido aplazar “sine die” los proyectos de mejora de estas calles al entender que “no se necesita ninguna cata”.
Protección del Patrimonio
La Xunta ha respondido a estas acusaciones a través de su delegado en Vigo, Ignacio López-Chaves. “Estamos tramitando los expedientes de acuerdo con lo previsto en la ley y con las normas que tratan de proteger el patrimonio de los vigueses, de la misma manera que se actúa en todos los ayuntamientos de Galicia”, declaró.
Según concretó, el Gobierno autonómico recibió cinco días las solicitudes y éstas se están gestionando para resolverlas “según el procedimiento legalmente establecido y sin poner ningún obstáculo”. Es más, López-Chaves aseguró que una de los expedientes de los que habla Caballero –sin especificar cuál- “ni siquiera se ha presentado ante la Xunta de Galicia”.