Desde 2011 la zona antigua ya ha visto nacer a 25 niños, fruto del asentamiento de los nuevos vecinos en esta parte de la ciudad. “Se trata de gente que ha venido al Casco Vello a una vivienda vendida por el Consorcio y han tenido niños”, explica el presidente del organismo, Ignacio López-Chaves.
Este hecho está haciendo, además, que el ente rehabilitador se decante en sus próximas promociones por remodelar edificios y viviendas de mayores dimensiones, ya que algunos beneficiarios se han visto en problemas al ver cómo aumenta la familia y los pisos se les quedan pequeños.
En esta línea se encuentra el proyecto que está desarrollando el Consorcio en el número 8 de la calle Ferrería, cuyas obras han sido visitadas este martes por López-Chaves, que reconocía esta circunstancia y daba cuenta de la nueva vía que ha emprendido el ente.
Este inmueble, situado en el Casco Vello Alto, consta de 120 metros cuadrados y tiene también fachada hacia la calle Baixada á Herba, uno de los elementos a conservar de acuerdo con el Plan Especial de Protección e Reforma Interior (PEPRI) Casco Vello que regula la construcción en este ámbito. Su ejecución, que está a punto de concluir, supone una inversión de 183.000 euros.