Pese a que el lunes indicó que su intención era que Bouzas abriese este mismo domingo, finalmente será el 3 de julio cuando se celebre de nuevo este popular mercadillo de los domingos y el miércoles 6 hará lo propio la de Coia.
En rueda de prensa, Caballero precisó que se retrasa la reapertura de los mercadillos porque se abrirá un procedimiento para los feriantes, que tendrán que presentar una solicitud y pagar la tasa correspondiente en la normativa al Concello y lo que corresponda a la Autoridad Portuaria en el caso de la feria de Bouzas. «Se les da autorización provisional porque se está modificando la ordenanza», remarcó el regidor vigués.
«Desde hoy ya está abierto el plazo para solicitar esa autorizacion», manifestó Caballero, que subrayó, como hizo el lunes, que ha recibido informes que señalan que «la normalidad ya está restablecida» y que por eso se ha decidido la reapertura.
Así, en julio se pondrá fin a nueve meses de cancelación indefinida decretada tras un tiroteo en la VG-20 entre las bandas de gitanos morones y zamoranos en el mes de octubre.
Tras este incidente, que por fortuna no provocó daños personales, el alcalde suspendió «por seguridad» las ferias de forma indefinida dando lugar a numerosas protestas por parte de los feriantes, que incluso protagonizaron movilizaciones y recogieron firmas para solicitar que se les permitiese montar sus puestos. Hace apenas un par de meses, los cabecillas del clan de los morones fueron detenidos y permanecen en prisión.
Este lunes el alcalde mantuvo encuentros tanto con la Policía Local como con los comerciantes para devolver estos mercadillos de los miércoles, en Coia, y domingo, en Bouzas. Por su parte, los feriantes celebraron la noticia pero lamentan las graves consencuencias de la inactividad de los últimos meses que ya es «irrecuperable». Por todo ello, reclaman al Concello que estableza medidas de seguridad en los mercadillos y que cobre por los puestos, algo que se hace en otros muchos municipios y que hasta ahora presuntamente realizaban de forma ilegal los morones, exigiendo dinero a los feriantes a cambio de permitirles instalar sus puestos.
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