El actual Vitruvia tiene las horas contadas. Su creador, Javier Ferreiro, ultima los preparativos para realizar un traslado que permitirá dar un gran salto de calidad que permita seguir creciendo y consolidarse como una de las salas referentes de la música clásica y el jazz. Ya lo es, pero aspira a mejorar y las posibilidades que le ofrece el nuevo local, a apenas unos metros de la Alameda, donde se encuentra ahora, son infinitas.
«Es justamente lo que nosotros queríamos: una sala que tiene casi 500 metros, con sala de conciertos, café con chimenea, dos entradas diferenciadas… se ajusta perfectamente a lo que hacemos en Vitruvia, que son conciertos, presentaciones de libros, exposiciones y además café», explica Javier.
Habla con esa pasión de un local que ya forma parte de su día a día, ya que él mismo –a través de una de sus empresas– afronta el reto de reformarlo y convertirlo en el espacio soñado por muchos artistas y del que los vigueses amantes de la cultura puedan sentirse orgullosos. «Tal vez puede parecer un poco pretencioso, pero yo lo siento así, creo que estaremos orgullosos en Vigo de tener un espacio así», subraya.
Se trata de la sede del Aeroclub, un local ubicado en la calle Reconquista, 7, y que hace esquina con Marqués de Valladares. Se trata de un local histórico, abierto en 1955 como sede de la sociedad histórica y que funcionó hasta hace dos décadas. «Tiene una arquitectura interior espectacular», señala Javier.
El Vitruvia necesitaba crecer y el Aeroclub revitalizar este espacio, así que fue sencillo llegar a un acuerdo. «A Vitruvia van habitualmente buenísimos músicos, tanto nacionales como internacionales, de muchísima calidad y todos con producción discográfica. Tenemos el listón muy alto y yo creo que era el momento de dar un salto. El espacio de la Alameda no se ajustaba a todo lo que queríamos hacer y el Aeroclub se puso en contacto porque no querían dejarlo morir», precisa. El local actual, en el número 5 de la Praza de Compostela, cerrará el 31 de julio, para poder realizar la mudanza a lo largo de agosto.
«Lo estamos reformando y se está convirtiendo en un espacio increíble. Eso creo, porque también la gente que lo está visitando durante las obras nos dice que está quedando espectacular», afirma Javier.
De hecho, cuenta que el reconocido saxofonista Luis Natch protagonizó el pasado 12 de junio el que fue el último concierto en la Alameda, antes del traslado. El prestigioso músico actuó en Vigo en formato trío con Demian Cabaud y Sergio Verdinelli. «Toca por todo el mundo y con músicos de muchísimo prestigio, tanto en Estados Unidos como en Europa. Quiso venir al Vitruvia porque comienza gira en Europa y como lo conozco le enseñé el nuevo local. Pues durante la actuación, paró en mitad de concierto y dijo al público: Que sepan ustedes que van a tener aquí el mejor local de España», relató con orgullo Javier.
El alma mater del Vitruvia es consciente de la expectación que genera el proyecto que está incubando en una ciudad que carece de salas de este tipo. «También ejerzo de vigués y creo que hacen falta espacios así, aquí no hay», señala Javier.
«Nos llaman del extranjero y de todas partes de España para tocar aquí.Pues ahora vamos a dar un salto y tener una sala que sea cómoda para el público y para los músicos, y que además será estéticamente espectacular porque tendrá cuadros, esculturas… muchas obras de arte y con nuestro mobiliario, tan característico», adelanta Javier, reacio a dar detalles concretos sobre la estética del nuevo local. «Yo ya lo tengo visualizado, pero faltan muchas cosas todavía. Lo hemos transformado en un espacio diáfano, con muchísima luz, muchísimo encanto. Es un cambio espectacular», avanza. Sí adelanta que entre esas obras de arte estará una fotografía en gran formato –2×2 metros– de un baobab captada por Augusto Rodríguez o una escultura del pintor José Andres.
No son los únicos que quieren estar con su obra en un local para el que también hay ya peticiones para grabar discos por parte de músicos de gran prestigio y que nadie quiere perderse en el día de la gran inauguración. «Por mi pasión por la música clásica y el jazz he visitado muchos clubes en España y fuera y no he encontrado nada equiparable a lo que será esto. Cuando la gente entre, se va a encontrar un sitio que no hay en otro lugar», avanza Javier.
En su web y sus redes sociales se ha activado una cuenta atrás para la gran apertura, que tendrá lugar el 1 de septiembre. Una fecha que no está elegida al azar, ya que coincide con el que será el décimo aniversario del Vitruvia, un ambicioso proyecto cultural que, por ahora, ya tiene la agenda de conciertos completa hasta mediados del próximo año.