“Nos parece vergonzoso que se persiga a los conductores, y sobre todo a aquellos conductores que mantienen sus vehículos antiguos con gran cuidado y esmero”, ha incidido, preguntándose qué pensará el ciudadano que tiene un coche de 25 o más años, que no pagaba impuesto de circulación, y ahora, “con un alcalde al que se llena la boca hablando de 22 millones de superávit en las arcas municipales”, va a tener que volver a pagarlo.
Fidalgo Iglesias considera “tremendamente injusto” el cobro de este impuesto de circulación, que supone alrededor de medio millón de euros en recaudación que deben soportar propietarios de vehículos que “mantienen sus coches como auténticas reliquias y los usan relativamente poco”. En este marco, ha considerado “un sinsentido la política fiscal del Concello”, incrementando cada año la recaudación para luego dejar esos 22 millones de euros sin ejecutar.
Asimismo, ha proseguido, resulta curioso comprobar como el ejecutivo local “vuelve a cuadrar sus cuentas a base de perjudicar las de los sufridos automovilistas”. Así, explica, junto a dicha imposición tributaria, los conductores vigueses no dejan de padecer un desmedido aumento en la recaudación por multas de tráfico y en el uso intensivo del radar, “no tanto por motivos de seguridad vial sino por mero afán recaudatorio”.
73 millones en sanciones de tráfico
“Esto no se lo inventa el Partido Popular, sino que son los datos que refleja la liquidación del presupuesto”, ha ahondado Fidalgo, quien destaca que, de 2008 a 2015, se presupuestaron 36 millones de euros en ingresos por multas de tráfico, imponiéndose finalmente sanciones por un valor de 73 millones.
En 2015, por ejemplo, se generaron derechos reconocidos por infracciones de tráfico por casi 6 millones de euros. “La cifra no deja de crecer, pese a todas esas turborotondas y medidas que afirman que son el fin de la inseguridad viaria en nuestra ciudad”, ha denunciado.
En este contexto, Miguel Fidalgo ha lamentado que el alcalde no sólo suba los impuestos continuamente a los ciudadanos –“pese a que no lo necesita con ese superávit del que presume”- sino que desoiga todas las medidas que aporta el grupo municipal del PP para reducir las tasas municipales. Así, recuerda, su grupo ya solicitó en numerosas ocasiones una rebaja del 2% para todo el impuesto de circulación y un 3% adicional para quienes tengan el recibo domiciliado, sin haber obtenido ningún tipo de respuesta.
Todo este afán recaudatorio, ha concluido, se suma este año a la retirada del apoyo por parte del Gobierno municipal al Rally Rías Baixas. “Gran parte de la riqueza económica de Vigo se vincula a su industria del motor. Por desgracia, para Caballero esta riqueza parece derivar en una oportunidad para imponer más impuestos, más multas, más radares y menos apoyo a iniciativas vinculadas al motor”, ha señalado.