La vía de entrada al sur de Galicia se volvió a colapsar tras el episodio vivido el domingo. Este lunes, a la altura de Melón se volvió a generar un tapón debido al corte de un carril, lo que provocó una retención kilométrica. El atasco superó los 5 kilómetros. La situación empeoró en el primer día de la semana por la afluencia de camiones. El tráfico pesado hizo más complicada la circulación y, de hecho, el atasco comenzó a media tarde, horas antes que en la jornada dominical. La situación se prolongó durante horas.
El carril dirección a Vigo permanece cortado desde hace más de un mes debido a unos desprendimientos ocurridos en la época de lluvia fuerte de este invierno. El tráfico se desvía por el otro carril mediante conos, pero el aumento de vehículos por los desplazamientos de Semana Santa hizo inútil esta medida.
El repentino estrechamiento de la autovía provoca su colapso en el tramo de Melón donde, además, la salida está anulada. Por este motivo, para evitar el embotellamiento, los conductores que pudieron ser avisados o se dieron cuenta del problema, tenían la opción de cambiar de carretera en Ribadavia para dejar la A-52 y acceder hasta A Cañiza por la N-120. Era la única solución para evitar un atasco en la autovía que superó los 5.000 metros la tarde del lunes y también la del domingo.